Muchos dolores de oídos,
como la sinusitis, amigdalitis etc. Se originan como consecuencia de una
acumulación de mucosidad, que puede acabar infectándose. En este caso el dolor
se produce cuando los mocos presionan el tímpano. Los niños son muy propensos a
la otitis por que los conductos internos que unen al oído con las fosas nasales
son más cortas, anchos y menos inclinados que en los adultos, lo que facilita
el estancamiento de la mucosidad en el oído.
El mejor remedio para
facilitar la eliminación de la mucosidad es tomar más líquidos, para hacer que
la mucosidad sea más fluida.
Para ello el niño debe ingerir
grandes cantidades de líquido bebiendo, caldos, zumos naturales, agua, sopas,
cremas de verduras…
Intenta incluir en su
alimentación, el mayor número posible de recetas que contengan ajo, cebolla,
apio, puerro, porque son de acción desinfectante y expectorante.
Prepara zumos
naturales, con frutas ricas en vitamina C, como la naranja, el mango, el kiwi…
También puedes
ofrecerle infusiones, sobre todo si le notas la nariz tapada o el pecho
cargado, es muy recomendable las infusiones de flores de malva o de raíz de
malvavisco.
Añade una cucharadita de
una de esas plantas, por vaso de agua caliente para preparar la infusión. Para
aumentar su acción expectorante, añade un chorrito de limón y de miel.
Aplicar calor seco
mitiga las molestias de oídos.
Puedes usar un cojín de
semillas y flores aromáticas relajantes, que comprarás en tiendas de productos
naturales. Estos cojines se calientan en el micro en muy poco tiempo, siendo muy buenos para calmar el dolor de oídos en la otitis infantil.
También puedes improvisar,
haciéndolo tú misma, introduciendo en una bolsa de congelación tres puñados de
arroz y calentar la bolsa en el micro, o planchar una toalla de tocador y
ponerla calentita en el oído dolorido.
Estos remedios harán que
tu pequeño se encuentre mejor, hasta que lo lleves al médico, visita que debe
ser lo más inmediata posible.
Recuerda que en
temporadas de mucho frío, es obligatorio para prevenir estas dolencias, abrigar
bien con un gorro los oídos de los niños
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