Cuida tus perlas son joyas vivas. ¿Sabes cómo distinguir las perlas verdaderas de las
falsas?...
Puedes averiguarlo frotando simplemente, una de
ellas contra sus dientes: si tienes la sensación de que rasca, las perlas son buenas. Si sólo sientes una textura lisa, la perla es falsa.
Adquieren entonces, un feo color gris. Para que no
suceda esto, cuida tus perlas y no vaporices nunca perfume sobre ellas, llévalas todo lo más que
puedas sobre tu piel se nutrirán de ti e irán adquiriendo un brillo incomparable que perderán si las dejas demasiado tiempo guardadas en una caja o peor aún si las guardas sobre algodón.
El algodón es nefasto para las perlas, porque
resulta demasiado seco.
Por el contrario, si las utilizas a menudo y cerca o
en un lugar donde hay mar, conseguirás temer unas perlas hermosas y sanas.
Como temer unas perlas hermosas y sanas
Para tener unas perlas hermosas y sanas límpialas siempre que te las quites, enjuagándolas con agua.
Hay mujeres que sudan mucho y tienen la piel
demasiado ácida. Esto hace que la perla muera perdiendo todo su encanto. Si
este es tu caso, renuncia a esta maravilla de origen marino por que siempre se
deslucirán al contacto con este tipo de piel corporal.
Si se te ha roto tu maravilloso collar de perlas, y
deseas ensartar tu misma las perlas, colócalas sobre un cartón ondulado, ordenándolas
según su tamaño.
Si no dispones de un hilo provisto de un remache
metálico, que te permita enhebrar fácilmente las perlas, remoja su extremo en
laca de uñas y déjalo secar, o bien frótalo con cuidado de no rozar las perlas,
con un trozo de jabón seco.
Los profesionales utilizan doble hilo, les permite
hacer un nudo entre perla y perla. De este modo, aunque el collar se rompa de
nuevo, las perlas no se escaparán, quedarán retenidas en el nudo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario