Esta enfermedad infecciosa fiebre puerperal característica del puerperio era antiguamente uno de los mayores peligros en la fase de recuperación del parto. Hoy en día, la fiebre puerperal, se presenta sólo en dos o tres casos de cada 100.000 partos. El motivo de la especial vulnerabilidad de la recién parida
a las bacterias, a pesar del máximo cuidado e higiene durante el parto, sería la gran herida que se produce en la matriz al desprenderse la placenta (secundinas). Si las contracciones de las secundinas resultan insuficientes, por débiles, para expulsar el flujo puerperal, la mujer puede comenzar a tener fiebre desde los primeros momentos del posparto.
Esta fase de la infección se controla fácilmente con medicamentos
Esta fase de la infección se controla fácilmente con medicamentos
constrictores y bolsas de hielo, pero, si las bacterias penetran en la matriz, pueden originar una infección muy dolorosa y mucha fiebre, que hace necesario el tratamiento con antibióticos.
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