Hoy en día las tendencias son todo lo contrario, cuanto más moreno es el tono de piel, más atractiva.
El bronceado debe ser uniformemente en todo el cuerpo y no sólo en los meses de verano.
El bronceado en cabina o con aerógrafo, es una técnica que consigue dar a la piel una tonalidad dorada y uniforme, sin exponerte a los riesgos de los rayos del sol.
En solo un minuto, situándote en el interior de una cabina de alta tecnología de bronceado sin sol, eligiendo el bronceado que deseas y teniendo en cuenta tu tipo de piel, conseguirás un tono increíblemente natural y sin riesgos, sin manchas ni quemaduras solares.
Esta forma de bronceado se consigue rociándote automáticamente, a través de inyectores, durante 60 segundos con una solución autobronceadora que entra en contacto con tu piel, haciendo una reacción química sin activar la melanina de la piel, coloreándola produciéndote un extraordinario bronceado.
Comenzaras a verte el color a las dos o tres horas después de la aplicación, y continúa generándose hasta llegar al punto máximo pasadas las veinticuatro horas. Te durará entre ocho y diez días, dependiendo del tono original de piel de cada persona.
La aplicación del bronceado en cabina es muy fácil, limpia y cómoda. Se seca rápidamente y no tienes que esperar para verte fabulosamente bronceada.
Las personas con problemas de piel como eczema o psoriasis no pueden usar esta forma de bronceado. Si estás embarazada no es bueno que uses esta forma de bronceado, debido a que se utilizan sustancias químicas.
Si tienes estrías en el cuerpo, conseguirás hacerlas desaparecer mientras estés bronceada utilizando el Air Brush; ya que se consigue taparlas, dándoles el mismo tono que al resto de la piel, pudiendo disimularlas.
El bronceado Air Brush técnica que consiste en pintar el cuerpo con un aerógrafo contiene la misma sustancia bronceadora, se aplica manualmente sobre tu piel con un aerógrafo y el proceso dura alrededor de treinta minutos, obteniendo los mismos beneficios que en cabina.
El bronceado con aerógrafo, no es muy costoso, y además no mancha la ropa.
Gracias al bronceado sin riesgos nadie notará tu primer día en la playa. Pero ten en cuenta que aunque tu piel esté bronceada, no está protegida de las radiaciones del sol, por ello debes usar un protector solar.
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